miércoles, 30 de septiembre de 2009

Euforia a máxima potencia, con soda


Alrededor de doce mil personas disfrutaron de la música de Babasónicos y Placebo en la Arena VFG dentro del concierto Coca Cola Zero Fest.


Cuando la multitud se vuelve masa, los conciertos adquieren un tinte de euforia que destaca por sobre todas las cosas. Miles de tapatíos -jóvenes entre 18 y 23 años-, se dieron cita en la aventura musical de conocido refresco de cola sin azúcar, que regaló todas las entradas gracias a que arribaron a la nada despreciable suma de once millones de personas que han probado (de alguna u otra manera) su novedosa fórmula.
Diez minutos después de las nueve de la noche, las luces se extinguieron y sobre las dos pantallas gigantes comenzó a correr un marcador numérico hasta completar la gigantesca suma de once millones de consumidores del popular refresco.
Enseguida, el combo argentino de los Babasónicos tomó por asalto el escenario en lo que parecía ser un arranque de dinamita pura ya que, por lo general, este grupo se agiganta ante las multitudes y ofrece unos directos de antología. Pero toda regla tiene sus excepciones y la noche de ayer, Adrián Dárgelos y compañía iniciaron con la modorra a flor de piel. Sus primeras seis canciones -donde estuvieron "Cuello rojo", "El ídolo", "Pendejo" y "Yo anuncio"-, mostraron a una banda que parecía haber salido a cumplir más que a entregarse y reventar gargantas.
Pero el timón regresó al curso cuando explotaron los primeros acordes de "El colmo". Lo mejor fue que interpretaron "¡Viva Satana!", canción que y poco se animan a tocar en directo. Tras quince canciones (más un solitario encore), Adrián agradeció con un simple "muchísimas gracias".
Pero el principal motivo de la multitud era la banda británica de Placebo liderada por el andrógino vocalista y guitarrista Brian Molko-, la misma que salió pasadas las diez y media de la noche y deleitó a los tapatíos con parte de su más reciente álbum,
Battle for the sun, que despabiló a todos los presentes. Fue entonces cu ando la Arena VFG parecía (ahora sí) un volcán en erupción, todo por culpa de unos visuales sencillos pero contundentes y unos decibeles más de potencia en el sonido. Los primeros temas que le quitaron lo húmedo a la dinamita fueron "Kitty Little", "Ashtray heart", "Battle for the sun" (con su primera parte marcada por un macizo ritmo tribal en batería y con la participación al violín de Fiona Brice, la cual les hizo los arreglos de cuerda para su más reciente placa) y "For what It's worth". Aunque algunos fanáticos de Babasónicos abandonaron el concierto, la multitud venía por el Placebo, cuyos seguidores manistaron entusiasmo a través de gritos. Guadalajara, Jal.

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