La justicia francesa ordenó el cierre definitivo de la polémica exposición que exhibe en París cadáveres humanos reales
La justicia francesa ordenó hoy el cierre definitivo de la polémica exposición "Our Body. A cuerpo abierto", que exhibe en París cadáveres humanos reales y que fue denunciada por dos asociaciones de derechos humanos ante las dudas sobre la procedencia de los cuerpos.
Cerrada desde que el pasado día 21 lo ordenara un juez en primera instancia, la exposición no podrá reabrir después de que el Tribunal de Apelación de París confirmara el veredicto.
Las dudas sobre el origen de los cadáveres, que según los jueces no se sabe si tienen una procedencia "lícita o fraudulenta", han provocado la suspensión definitiva de la muestra, que fue abierta el pasado 12 de febrero.
Una decisión que ha sorprendido a sus responsables, que no habían tenido problemas en ninguna otra ciudad, de Francia y de otros países, donde fueron expuestos con anterioridad los cadáveres, procedentes, según ellos, de una fundación de Hong Kong.
Según ellos, hasta 30 millones de personas han visto ya los 17 cadáveres de ambos sexos y todos ellos de origen chino, conservados con un revolucionario proceso que evita su descomposición, ideado en los años 70 por el alemán Gunther von Hagens, y mostrados con un fin artístico y educativo, según sus responsables.
"En lugar de utilizar modelos anatómicos, `Our body` presenta auténticos cuerpos humanos para permitir a un público más amplio ver lo que, en principio, sólo médicos y estudiosos de la anatomía son capaces de analizar", afirman los responsables en los folletos promocionales de la muestra.
El objetivo, sostenían, era que los visitantes tuvieran "un mejor conocimiento de la anatomía, de las funciones del cuerpo y una mejor imagen de su salud".
Pero el fin esgrimido por los organizadores no ha ocultado a los ojos de la justicia el oscuro origen de los cadáveres, que llevó a la denuncia de las asociaciones "Juntos contra la pena de muerte" y "Solidaridad China", que sospechaban que los cuerpos pudieran pertenecer a ajusticiados en ese país.
Los organizadores de la muestra sólo pudieron justificar el origen de los cadáveres con un documento de la fundación propietaria, de la que la justicia francesa no ha encontrado ni la dirección ni el teléfono.
Demasiadas sospechas que llevaron a la Fiscalía a apoyar también el cierre de "Our body" bajo el argumento de que en China el tráfico de cadáveres es una práctica corriente.
Los organizadores de la muestra no pretenden quedarse aquí y aseguran que seguirán batallando para que la muestra vuelva a reabrir, para lo que cuentan con demostrar el origen legal de los cadáveres.
Por el momento, la polémica en torno a la exposición le ha generado una gran publicidad, superior a la que podía esperar un evento modesto en un pequeño y poco conocido espacio situado en el centro de París, a dos pasos de las momias del Museo de Louvre.
La exposición llegó a París procedente de Lyon y Marsella y antes de su cierre fue visitada por 120 mil espectadores.
Antes, la muestra había pasado por ciudades de España, Estados Unidos y Alemania, pero los organizadores franceses prefirieron eliminar los cadáveres de niños y fetos.
Ese argumento no fue suficiente para que el Museo del Hombre o la Ciudad de las Ciencias admitieran prestar sus locales para la muestra, lo que obligó a los organizadores a alquilar el poco conocido Espacio 12 Madeleine. París, Francia. EFE (El Universal)
jueves, 30 de abril de 2009
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