Las piezas restauradas de los 410 metros cuadrados serán mostradas en la estancia reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
La Sala Imperial de la residencia de Würzburg, en Baviera, redescubrió hoy los frescos de Tiepolo, tras dos años de restauración en los 410 metros cuadrados que ocupa esta estancia, reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La Sala fue presentada en su recuperado esplendor al término de las tareas de recuperación de las pinturas del artista italiano, en las que han trabajado 15 restauradores y que ha costado unos 2,6 millones de euros (casi 3,4 millones de dólares).
Los frescos de Giovanni Battista Tiepolo (1696-1770) representan escenas del matrimonio entre el emperador Federico I Barbarrosa con Beatriz de Burgundia (territorio que más tarde se llamaría Borgoña) , las proclamaciones de varios obispos y también al dios Apolo.
Las tareas consistieron en liberar estos frescos de residuos sódicos y hongos, para lo que el equipo de restauración montó un andamiaje de 13 metros de altura desde el que pulieron, además, los revestimientos dorados y demás relieves del salón.
La Sala Imperial fue construida en 1744 como parte de un complejo de 340 cámaras y espacios que debía hacer las funciones de residencia episcopal, pero que en 1780 se convirtió en sede de la casa de Würzburg.
El palacio barroco, diseñado por el arquitecto Balthasar Neumann, quedó parcialmente destruido durante la Segunda Guerra Mundial y buena parte de sus relieves y estucos se perdieron. Berlín, Alemania (El Universal)
martes, 28 de abril de 2009
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