Anthrax, Megadeth, Slayer y Metallica, pusieron fin al maratón musical con una actuación conjunta en la que interpretaron la canción "Am I Evil?" de la banda británica Diamond Head.
La capital búlgara fue esta noche el centro del universo del "heavy metal" porque los titanes de este género musical eligieron el estadio nacional Vasil Levski de Sofía para cantar juntos un himno de los metaleros.
Anthrax, Megadeth, Slayer y Metallica, tras tocar en total más de cinco horas durante el primer día del Festival Sonisphere, transmitido en directo vía satélite desde el Estadio Nacional de Sofía a 32 países de Europa, América Latina así como en otras regiones, pusieron fin al maratón musical con una actuación conjunta en la que interpretaron la canción "Am I Evil?" de la banda británica Diamond Head.
En México estos conciertos fueron transmitidos vía satélite en una pantalla gigante de alta definición en el Auditorio Nacional.
Durante este acontecimiento histórico, del que fueron testigos más de 80 mil aficionados, exaltados por el repertorio de sus ídolos, James Hetfield (vocal y guitarra de Metallica), Dave Mustaine (vocal de Megadeth) y Joey Belladonna (vocal de Anthrax) compartieron el micrófono mientras el resto de miembros de las bandas tocaban bajos, guitarras y baterías.
El público búlgaro, que llenó el estadio Vasil Levski desde primeras horas de la tarde, se dedicó a disfrutar de los primeros sonidos estremecidos del "trash" con la aparición del escenario de Antrax.
No obstante los aficionados, aunque bailando y cantando "Caught in a Mosh" de Antrax, "Symphony Of Destruction" de Megadeth y "World Painted Blood" de Slayer, contenían el entusiasmo y las fuerzas para sus ídolos: Metallica.
La lluvia y la temperatura de 14 grados fue parcialmente responsable de la falta inicial de emociones, algo que cambió cuando las tribunas se llenaron a la puesta del sol.
Minutos después de ocultarse el astro rey, en el escenario apareció la agrupación de Los Ángeles y transformó la relativa apatía de los espectadores en una exaltación que no cesó a lo largo de las dos horas de la actuación de Metallica.
El aire se calentó en pocos segundos por la voz potente de, James Hetfield, que dio inicio al repertorio de los iconos del "heavy metal" con "Creeping death", del álbum "Ride the Lightning" (1984).
En Muchas ocasiones Hetfield cedía la iniciativa al público que coreaba canciones como “For Whom The Bell Tolls”, “Fuel”, “Harvester Of Sorrow” y “Fade To Black”.
La fascinación del respetable, con sus habituales agitaciones de cabelleras y bailes metaleros, llegó con los primeros acordes de "Sad but true", del conocido como "Black album" (1991), disco del que el cuarteto ha vendido la nada despreciable cifra de 14 millones de copias.
Otro momento álgido vino con el tema "One" del disco "...And justice for all" (1988), en el que el despliegue de fuegos artificiales y las llamaradas que invadían el escenario, simulando un bombardeo, hicieron que el público enloqueciera.
"Lo sienten, ¿sienten lo que yo siento?", exclamó Hetfield en el micrófono, dando inicio a su siguiente tema, “Master Of Puppets”.
El público reclamaba con voz colectiva ya desgastada la canción favorita de la población de este país balcánico - Seek and Destroy - del primer álbum de la banda, "Kill 'Em All".
“Les voy a decir dos palabras que pueden repetir andando hacia sus casas", dijo Hetfield, añadiendo el estribillo de la canción y deslizando acordes de guitarra que hicieron temblar los cimientos del estadio.
Y añadió que los seguidores de Metallica "son los mejores del todo el mundo".
Este era la canción final, que ya por tradición, Metallica guarda para sus bises, como ya lo había hecho hace dos durante otra actuación en Sofía en 2008.
No obstante, desde la noche pasada este titulo ya pertenece al Festival Sonisphere que continúa hoy, miércoles, con la actuación de otros relevantes grupos del mismo género: Manowar, Alice in Chains, Stone Sour, Mastodon y los ídolos de varias generaciones, Rammstein.
El aforo en el mismo estadio nacional está totalmente vendido.
Sofía
La capital búlgara fue esta noche el centro del universo del "heavy metal" porque los titanes de este género musical eligieron el estadio nacional Vasil Levski de Sofía para cantar juntos un himno de los metaleros.
Anthrax, Megadeth, Slayer y Metallica, tras tocar en total más de cinco horas durante el primer día del Festival Sonisphere, transmitido en directo vía satélite desde el Estadio Nacional de Sofía a 32 países de Europa, América Latina así como en otras regiones, pusieron fin al maratón musical con una actuación conjunta en la que interpretaron la canción "Am I Evil?" de la banda británica Diamond Head.
En México estos conciertos fueron transmitidos vía satélite en una pantalla gigante de alta definición en el Auditorio Nacional.
Durante este acontecimiento histórico, del que fueron testigos más de 80 mil aficionados, exaltados por el repertorio de sus ídolos, James Hetfield (vocal y guitarra de Metallica), Dave Mustaine (vocal de Megadeth) y Joey Belladonna (vocal de Anthrax) compartieron el micrófono mientras el resto de miembros de las bandas tocaban bajos, guitarras y baterías.
El público búlgaro, que llenó el estadio Vasil Levski desde primeras horas de la tarde, se dedicó a disfrutar de los primeros sonidos estremecidos del "trash" con la aparición del escenario de Antrax.
No obstante los aficionados, aunque bailando y cantando "Caught in a Mosh" de Antrax, "Symphony Of Destruction" de Megadeth y "World Painted Blood" de Slayer, contenían el entusiasmo y las fuerzas para sus ídolos: Metallica.
La lluvia y la temperatura de 14 grados fue parcialmente responsable de la falta inicial de emociones, algo que cambió cuando las tribunas se llenaron a la puesta del sol.
Minutos después de ocultarse el astro rey, en el escenario apareció la agrupación de Los Ángeles y transformó la relativa apatía de los espectadores en una exaltación que no cesó a lo largo de las dos horas de la actuación de Metallica.
El aire se calentó en pocos segundos por la voz potente de, James Hetfield, que dio inicio al repertorio de los iconos del "heavy metal" con "Creeping death", del álbum "Ride the Lightning" (1984).
En Muchas ocasiones Hetfield cedía la iniciativa al público que coreaba canciones como “For Whom The Bell Tolls”, “Fuel”, “Harvester Of Sorrow” y “Fade To Black”.
La fascinación del respetable, con sus habituales agitaciones de cabelleras y bailes metaleros, llegó con los primeros acordes de "Sad but true", del conocido como "Black album" (1991), disco del que el cuarteto ha vendido la nada despreciable cifra de 14 millones de copias.
Otro momento álgido vino con el tema "One" del disco "...And justice for all" (1988), en el que el despliegue de fuegos artificiales y las llamaradas que invadían el escenario, simulando un bombardeo, hicieron que el público enloqueciera.
"Lo sienten, ¿sienten lo que yo siento?", exclamó Hetfield en el micrófono, dando inicio a su siguiente tema, “Master Of Puppets”.
El público reclamaba con voz colectiva ya desgastada la canción favorita de la población de este país balcánico - Seek and Destroy - del primer álbum de la banda, "Kill 'Em All".
“Les voy a decir dos palabras que pueden repetir andando hacia sus casas", dijo Hetfield, añadiendo el estribillo de la canción y deslizando acordes de guitarra que hicieron temblar los cimientos del estadio.
Y añadió que los seguidores de Metallica "son los mejores del todo el mundo".
Este era la canción final, que ya por tradición, Metallica guarda para sus bises, como ya lo había hecho hace dos durante otra actuación en Sofía en 2008.
No obstante, desde la noche pasada este titulo ya pertenece al Festival Sonisphere que continúa hoy, miércoles, con la actuación de otros relevantes grupos del mismo género: Manowar, Alice in Chains, Stone Sour, Mastodon y los ídolos de varias generaciones, Rammstein.
El aforo en el mismo estadio nacional está totalmente vendido.
Sofía
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