jueves, 24 de septiembre de 2009

Dos películas juegan con los deseos de huir del tiempo en San Sebastián

Se trata de la turca “10 to 11” y la española “La mujer sin piano”, cuyos personajes principales sufren un vuelco en sus vidas rutinarias.

Los deseos de escapar al paso del tiempo centra la película turca 10 to 11 de Pelin Esmer, presentada hoy jueves en la sección a concurso del Festival de San Sebastián, al igual que la española La mujer sin piano sobre una mujer que busca huir de la rutina.
La mujer sin piano, segundo largometraje del director español Javier Rebollo, es una oscura metáfora sobre el deseo de escapar de la rutina y de una vida marcada por el orden, donde lo inesperado no tiene cabida.
"El personaje protagonista tiene su vida marcada, cada hora sabe lo que tiene que hacer y lo que hace es buscar enfrentarse a lo inesperado, el no saber qué va a pasar", afirmó Javier Rebollo en rueda de prensa tras el pase de su película.
La mujer sin piano es la historia de Rosa, interpretada por la actriz española Carmen Machi, atrapada en una gris vida de ama de casa de la que decide escapar yendo a buscar a su hijo, lo que la llevará a realizar todo un periplo por la noche en un Madrid vacío, en el que se encontrará con todo tipo de personajes.
"Es una película simple pero muy cargada, está llena de pequeñas cosas que significan algo", añadió el director español, al que la idea para esta película le vino a la cabeza cuando al llegar de noche a una estación de autobuses se encontró con una mujer en la cincuentena, recogida sobre sí misma, junto a unas maletas.
El filme, que ha sido recibido con división de opiniones en el festival de San Sebastián, juega con los largos silencios y sobre todo la oscuridad de la noche, ya que casi toda la película transcurre en la oscuridad.
"La dificultad estuvo sobre todo en que se rodó de noche. Eso te cambia los biorritmos y, al mismo tiempo, el que sea de noche favorece la melancolía, la soledad", afirmó Carmen Machi, en su primer papel protagonista en el cine, pese a tener ya una larga carrera en teatro y televisión.
La melancolía y la soledad son también dos elementos principales en la película turca 10 to 11 de la cineasta Pelin Esmer, que no había vuelto a rodar un largometraje desde que en 2005 hizo su primera película La obra de teatro.
10 to 11 es la historia de Mithat, un hombre que colecciona todo tipo de cosas, especialmente periódicos, grabaciones y libros como en un intento de fundir pasado y presente, cuyo mundo empezará a derrumbarse cuando le anuncian que van a derribar el edificio donde vive.
Para salvar sus colecciones, Mithat se aliará con Ali, el portero del edificio, quien también se aferra al coleccionista para dar sentido a su vida, aunque su relación cambiará cuando la suerte de Ali dé un vuelco.
"El coleccionista es alguien que necesita unir el pasado con el ahora y el mañana", afirmó la directora de la cinta, para explicar la obsesión del viejo Mithat por las colecciones.
El protagonista está interpretado por el tío de la realizadora, un actor no profesional, y el actor turco Nejat Isler encarna el portero.
La película se desarrolla en todo momento en un tono pausado, ningún personaje levanta la voz, lo que la directora explicó por el hecho de que sólo quiso recurrir a los sonidos urbanos "de una ciudad lo suficientemente grande" para proporcionarlos. San Sebastián

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