Cerca de 90 mil personas asistieron al espectáculo que ofreció el cantautor, con la poesía de Roberto Fernández Retamar y la ejecución del guitarrista Rachid López
El cantautor cubano Silvio Rodríguez llenó de música y poesía el Auditorio Nacional, al presentarse la víspera acompañado de su guitarra, así como de la palabra del poeta Roberto Fernández Retamar y del guitarrista Rachid López.
Alrededor de las 19:30 horas, el llamado Coloso de Reforma albergaba ya a cerca de 90 mil asistentes, seguidores de diversos rangos de edad que demostraron su fidelidad al intérprete coreando la mayoría de su repertorio.
Ataviado de saco, mezclilla y una boina, Rodríguez alternó la ejecución de sus temas con la poesía de Fernández Retamar, siendo interrumpido en ocasiones por la ovación y el aplauso del público.
"Ala de colibrí", "Pequeña serenata diurna", "El gigante", "En estos días", "La gota de rocío", "Te amaré", "Mujeres", "Playa Girón", y "A dónde van" fueron algunos de los temas de la noche, además de "Te doy una canción", "Canción del elegido", "Unicornio" y "Ojalá", que fueron sin duda los más socorridos al interior del recinto.
Expresiones como "¡Gracias Silvio!" y "¡Viva Cuba!" se hicieron escuchar de manera espontánea, mientras la imagen de Silvio era proyectada en las pantallas gigantes del auditorio.
Mientras que, dentro de lo poco que dijo el cantautor, se escuchó: "Gracias México", para despedir la velada musical.
En varias ocasiones, las luces del escenario volvieron a encenderse para atender el llamado del público, que al grito de "Silvio" solicitó la presencia del cantautor, quien junto a Rachid López volvió al escenario para tomar la guitarra y brindar algunas interpretaciones más.
Luego de "Sueño con serpientes" y "Expedición", el tema "Historia de las sillas" puso fin al encuentro con el público mexicano, ante el cual presentó la particular mancuerna con Retamar como ocasión especial, tal como hizo durante mayo pasado en Cuba. México, D.F.
Alrededor de las 19:30 horas, el llamado Coloso de Reforma albergaba ya a cerca de 90 mil asistentes, seguidores de diversos rangos de edad que demostraron su fidelidad al intérprete coreando la mayoría de su repertorio.
Ataviado de saco, mezclilla y una boina, Rodríguez alternó la ejecución de sus temas con la poesía de Fernández Retamar, siendo interrumpido en ocasiones por la ovación y el aplauso del público.
"Ala de colibrí", "Pequeña serenata diurna", "El gigante", "En estos días", "La gota de rocío", "Te amaré", "Mujeres", "Playa Girón", y "A dónde van" fueron algunos de los temas de la noche, además de "Te doy una canción", "Canción del elegido", "Unicornio" y "Ojalá", que fueron sin duda los más socorridos al interior del recinto.
Expresiones como "¡Gracias Silvio!" y "¡Viva Cuba!" se hicieron escuchar de manera espontánea, mientras la imagen de Silvio era proyectada en las pantallas gigantes del auditorio.
Mientras que, dentro de lo poco que dijo el cantautor, se escuchó: "Gracias México", para despedir la velada musical.
En varias ocasiones, las luces del escenario volvieron a encenderse para atender el llamado del público, que al grito de "Silvio" solicitó la presencia del cantautor, quien junto a Rachid López volvió al escenario para tomar la guitarra y brindar algunas interpretaciones más.
Luego de "Sueño con serpientes" y "Expedición", el tema "Historia de las sillas" puso fin al encuentro con el público mexicano, ante el cual presentó la particular mancuerna con Retamar como ocasión especial, tal como hizo durante mayo pasado en Cuba. México, D.F.
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