El actor presentó la cinta El Mosafer, en el marco del Festival Internacional de Cine de Venecia, en la cual interpreta al personaje principal
El veterano actor Omar Sharif fue el protagonista de la Mostra de Venecia, donde, a sus 77 años, presentó una película a competición, "El Mosafer" (The traveller) , y dio toda una lección de dignidad y profesionalidad.
Shariff, que interpreta al protagonista de la película, Hassan, en su vejez, demostró que el paso de los años no tiene por qué ser un proceso amargo para las estrellas cinematográficas, que habitualmente se niegan a aceptarlo.
"En la vida he borrado todas las cosas de mi pasado. He llegado a una edad importante. Puedo decir cosas que quizás ustedes algún día podrán llegar a decir" , afirmó el actor egipcio.
A sus 77 años (casi 78, como él mismo precisó) considera que "mirar hacia el futuro es cosa de jóvenes" mientras que "pensar en el pasado no tiene sentido".
"A mi edad una persona debe vivir cada instante presente porque para mí cada instante es el último de mi vida. No sabes cuánto tiempo más tienes y hablar del pasado es inútil" , afirmó sin ningún tipo de lamento el actor, que se llevó varias ovaciones durante sus intervenciones en la rueda de prensa.
Nominado al Óscar al mejor secundario en 1962 por "Lawrence of Arabia" , Sharif se niega a vivir de lo que fue. "Tengo que ser lo que soy cada día y vivir cada instante".
"El momento más importante de mi vida es éste porque estoy hablando con ustedes. Después viviré otro momento que pasará a ser el más importante. Esa es mi filosofía de vida".
"Genghis Kan" (1965) ; "Funny Girl" (1968) ; "Le droit d'aimer" (1972) ; "Funny Lady" (1975) o "Monsieur Ibrahim et les fleurs du Coran" (2003) son algunas de las películas en las que ha participado este actor, nacido en Alejandría como Michel Shalhoub.
Pero es, sin duda, su papel de Yuri Zhivago en "Doctor Zhivago" (1965) el que le dio una enorme popularidad y le permitió alcanzar un cierto estatus en el Hollywood de la época.
Sin embargo, hoy reconoció sin ningún pudor que en su vida profesional ha tenido siempre "mucho miedo".
"En 1961 llegué a Hollywood con 'Lawrence de Arabia' y era el único actor árabe que trabajaba allí en un mundo en el que los productores eran en su mayoría judíos" , explicó.
Su situación era complicada porque en función de lo que hiciera estaría mal visto en Egipto o en América.
"Tuve que recorrer una vía muy difícil y mirar bien donde pisaba. Me hicieron un contrato con la Columbia de cinco años y no me pagaban. Y me prestaron a la MGM para hacer 'Doctor Zhivago' por sólo 15 mil dólares".
Sharif prefirió no protestar por ese trato injusto para no cerrarse las puertas del cine y vivía "con modestia y con miedo" y aceptaba todo lo que le ofrecían aunque no le gustara.
Durante siete u ocho años estuvo así hasta que el éxito de "Doctor Zhivago" y de "Funny Girl" le permitieron sentirse un poco más libre.
Esos inicios le llevaron a tener una vida muy nómada. "Soy el único actor del mundo que no tiene un centro de vida" , afirmó.
"Vivo en los hoteles y como en restaurantes. No tengo casa, no tengo hogar" y, agregó, "desde 1966 no he vivido con una mujer en una casa".
El hecho de rodar en países diferentes le llevó al divorcio de su única mujer y su único gran amor, Faten Hamama, pero aseguró haber tenido una vida feliz "y bastantes aventuras con mujeres".
Una vida dedicada al cine que, sin embargo, no le hace verse a sí mismo como una celebridad.
"Durante cinco años viví en Hollywood y mi vecino era Elvis Presley. No pensaba que yo era alguien por tenerle de vecino. Él sí era una estrella".
Una ausencia de protagonismo que le lleva a aceptar los papeles que le gustan sin importarle si son o no el principal.
Es el caso de "El Mosafer" , la historia de tres días en la vida de Hassan, en 1948, 1973 y 2001.
Sharif interpreta la vejez del personaje, en 2001, su reencuentro con un nieto al que no conoce y el momento en el que, por fin, asume sus responsabilidades familiares.
Un papel para el que el director de la cinta, Ahmed Maher, siempre quiso tener a Sharif. Y cuando él dijo que sí, fue "simplemente un sueño hecho realidad". Venecia, Italia
Shariff, que interpreta al protagonista de la película, Hassan, en su vejez, demostró que el paso de los años no tiene por qué ser un proceso amargo para las estrellas cinematográficas, que habitualmente se niegan a aceptarlo.
"En la vida he borrado todas las cosas de mi pasado. He llegado a una edad importante. Puedo decir cosas que quizás ustedes algún día podrán llegar a decir" , afirmó el actor egipcio.
A sus 77 años (casi 78, como él mismo precisó) considera que "mirar hacia el futuro es cosa de jóvenes" mientras que "pensar en el pasado no tiene sentido".
"A mi edad una persona debe vivir cada instante presente porque para mí cada instante es el último de mi vida. No sabes cuánto tiempo más tienes y hablar del pasado es inútil" , afirmó sin ningún tipo de lamento el actor, que se llevó varias ovaciones durante sus intervenciones en la rueda de prensa.
Nominado al Óscar al mejor secundario en 1962 por "Lawrence of Arabia" , Sharif se niega a vivir de lo que fue. "Tengo que ser lo que soy cada día y vivir cada instante".
"El momento más importante de mi vida es éste porque estoy hablando con ustedes. Después viviré otro momento que pasará a ser el más importante. Esa es mi filosofía de vida".
"Genghis Kan" (1965) ; "Funny Girl" (1968) ; "Le droit d'aimer" (1972) ; "Funny Lady" (1975) o "Monsieur Ibrahim et les fleurs du Coran" (2003) son algunas de las películas en las que ha participado este actor, nacido en Alejandría como Michel Shalhoub.
Pero es, sin duda, su papel de Yuri Zhivago en "Doctor Zhivago" (1965) el que le dio una enorme popularidad y le permitió alcanzar un cierto estatus en el Hollywood de la época.
Sin embargo, hoy reconoció sin ningún pudor que en su vida profesional ha tenido siempre "mucho miedo".
"En 1961 llegué a Hollywood con 'Lawrence de Arabia' y era el único actor árabe que trabajaba allí en un mundo en el que los productores eran en su mayoría judíos" , explicó.
Su situación era complicada porque en función de lo que hiciera estaría mal visto en Egipto o en América.
"Tuve que recorrer una vía muy difícil y mirar bien donde pisaba. Me hicieron un contrato con la Columbia de cinco años y no me pagaban. Y me prestaron a la MGM para hacer 'Doctor Zhivago' por sólo 15 mil dólares".
Sharif prefirió no protestar por ese trato injusto para no cerrarse las puertas del cine y vivía "con modestia y con miedo" y aceptaba todo lo que le ofrecían aunque no le gustara.
Durante siete u ocho años estuvo así hasta que el éxito de "Doctor Zhivago" y de "Funny Girl" le permitieron sentirse un poco más libre.
Esos inicios le llevaron a tener una vida muy nómada. "Soy el único actor del mundo que no tiene un centro de vida" , afirmó.
"Vivo en los hoteles y como en restaurantes. No tengo casa, no tengo hogar" y, agregó, "desde 1966 no he vivido con una mujer en una casa".
El hecho de rodar en países diferentes le llevó al divorcio de su única mujer y su único gran amor, Faten Hamama, pero aseguró haber tenido una vida feliz "y bastantes aventuras con mujeres".
Una vida dedicada al cine que, sin embargo, no le hace verse a sí mismo como una celebridad.
"Durante cinco años viví en Hollywood y mi vecino era Elvis Presley. No pensaba que yo era alguien por tenerle de vecino. Él sí era una estrella".
Una ausencia de protagonismo que le lleva a aceptar los papeles que le gustan sin importarle si son o no el principal.
Es el caso de "El Mosafer" , la historia de tres días en la vida de Hassan, en 1948, 1973 y 2001.
Sharif interpreta la vejez del personaje, en 2001, su reencuentro con un nieto al que no conoce y el momento en el que, por fin, asume sus responsabilidades familiares.
Un papel para el que el director de la cinta, Ahmed Maher, siempre quiso tener a Sharif. Y cuando él dijo que sí, fue "simplemente un sueño hecho realidad". Venecia, Italia
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