El cantante guatemalteco volvió a demostrar que es un trovador encantador, que sigue haciendo de las suyas en Chile, sonre todo con las mujeres
El guatemalteco Ricardo Arjona volvió a demostrar anoche que es un trovador encantador, que sigue haciendo de las suyas en Chile, especialmente entre las mujeres que en esta jornada habrían hecho cualquier cosa por encaramarse al escenario.
Nada más comenzaron los primeros compases sin que el cantautor apareciera en el escenario el griterío fue ensordecedor y de ahí para adelante las admiradoras de Arjona corearon todas sus canciones y el estribillo "Mijito rico" se repitió durante toda la noche.
Incluso el guatemalteco se vio sorprendido como las más jóvenes y las más mayorcitas se sabían todas las canciones de su última producción discográfica, "5to. piso".
Precisamente esta nueva placa fue la excusa perfecta del artista para su gira mundial, ya que ha recorrido España, Costa Rica, EU, República Dominicana, México, Ecuador, Puerto Rico, Argentina y Chile, entre otros países.
De hecho, Arjona partió esta noche en Santiago con un tema nuevo, "El del espejo", continuó con "Acompáñame a estar solo", uno de sus grandes éxitos y "Realmente no estoy tan solo".
Nada más tres canciones le bastaron al trovador centroamericano para dominar el coro que tenía por delante de diez mil personas, casi todas mujeres.
Los asientos del Arena Santiago de nada sirvieron, pues el público se mantuvo de pie, cantando y contorneándose las dos horas y 15 minutos que duró el concierto de Arjona.
El artista esta vez sorprendió al público con una escenografía que de fondo tenía la fachada de un edificio de unos cuatro pisos, misma fachada que por momentos servía para mostrar imágenes digitales; un bar muy bien equipado y un par de terrazas de aquellas que miran al Caribe y que sólo basta cerrar los ojos y soñar.
En un momento se sentó en un peldaño del bar junto a un guitarrista e interpretó "Desnuda", para después comenzar a charlar con el público.
"Hace tanto tiempo que no nos veíamos, tres años al menos, tanto tiempo, pero no importa, aquí estamos junto otra vez, robándole un poco a la emoción, mientras los de afuera deben estar bien jodidos. Aquí adentro se puede encontrar el amor", apostilló Arjona.
Siguió haciendo un análisis de la palabra "jodidos" al señalar que "los gringos deben haber estado bien jodidos para que alguien que durante 40 años no lo dejaron subir a un microbús hoy es el presidente".
A continuación, el cantautor, cuya placa musical "Jesús, verbo no sustantivo" significó su consolidación definitiva como compositor y cantante, interpretó "Historia de taxi", otros de sus grandes y antiguos éxitos.
Con una banda de excelentes bronces, pianola y sintetizador, violines, cuerdas, batería y percusión, las admiradoras tuvieron la oportunidad no sólo de disfrutar de la voz del cantante, sino también la de los músicos, la mayoría cubanos y mexicanos.
"El demonio en casa", sirvió para que el baladista hiciera bailar al público al pedirle a sus músicos que le "pusieran un poco más de ritmo al tema", quienes acataron la iniciativa dando un toque de salsa a la canción que hizo bailar a todos los allí presentes.
Posteriormente, el cantautor se puso frente a un piano eléctrico y tocó y cantó "Quiero" y uno de sus temas antiguos "Dime que no", con todo el público con los brazos en alto, mientras los fogonazos de cámaras fotográficas y celulares adornaban el recinto como una fiesta de Navidad.
Pero donde sus admiradoras llegaron casi al éxtasis fue con la canción "Como duele", para seguir con "Cuándo" y "Te conozco", uno de sus más emblemáticos temas del cantautor guatemalteco.
También sacó muchos aplausos "Ni tú ni yo", una ranchera que grabó Arjona, música que en Chile gusta mucho, especialmente en las zonas rurales.
Después vino una batería de sus canciones antiguas como "Señora de las cuatro décadas" -para lo cual hizo subir a una dama al escenario-, "Si el norte fuera el sur", "El Problema", "Minutos", "Sin daños a terceros" y "Pingüinos en la cama".
Después de varios bis, Arjona terminó su presentación con "Mujeres", una ecuación perfecta para una noche en que el poder femenino se había adueñado del lugar, sin dudas. Santiago de Chile
Nada más comenzaron los primeros compases sin que el cantautor apareciera en el escenario el griterío fue ensordecedor y de ahí para adelante las admiradoras de Arjona corearon todas sus canciones y el estribillo "Mijito rico" se repitió durante toda la noche.
Incluso el guatemalteco se vio sorprendido como las más jóvenes y las más mayorcitas se sabían todas las canciones de su última producción discográfica, "5to. piso".
Precisamente esta nueva placa fue la excusa perfecta del artista para su gira mundial, ya que ha recorrido España, Costa Rica, EU, República Dominicana, México, Ecuador, Puerto Rico, Argentina y Chile, entre otros países.
De hecho, Arjona partió esta noche en Santiago con un tema nuevo, "El del espejo", continuó con "Acompáñame a estar solo", uno de sus grandes éxitos y "Realmente no estoy tan solo".
Nada más tres canciones le bastaron al trovador centroamericano para dominar el coro que tenía por delante de diez mil personas, casi todas mujeres.
Los asientos del Arena Santiago de nada sirvieron, pues el público se mantuvo de pie, cantando y contorneándose las dos horas y 15 minutos que duró el concierto de Arjona.
El artista esta vez sorprendió al público con una escenografía que de fondo tenía la fachada de un edificio de unos cuatro pisos, misma fachada que por momentos servía para mostrar imágenes digitales; un bar muy bien equipado y un par de terrazas de aquellas que miran al Caribe y que sólo basta cerrar los ojos y soñar.
En un momento se sentó en un peldaño del bar junto a un guitarrista e interpretó "Desnuda", para después comenzar a charlar con el público.
"Hace tanto tiempo que no nos veíamos, tres años al menos, tanto tiempo, pero no importa, aquí estamos junto otra vez, robándole un poco a la emoción, mientras los de afuera deben estar bien jodidos. Aquí adentro se puede encontrar el amor", apostilló Arjona.
Siguió haciendo un análisis de la palabra "jodidos" al señalar que "los gringos deben haber estado bien jodidos para que alguien que durante 40 años no lo dejaron subir a un microbús hoy es el presidente".
A continuación, el cantautor, cuya placa musical "Jesús, verbo no sustantivo" significó su consolidación definitiva como compositor y cantante, interpretó "Historia de taxi", otros de sus grandes y antiguos éxitos.
Con una banda de excelentes bronces, pianola y sintetizador, violines, cuerdas, batería y percusión, las admiradoras tuvieron la oportunidad no sólo de disfrutar de la voz del cantante, sino también la de los músicos, la mayoría cubanos y mexicanos.
"El demonio en casa", sirvió para que el baladista hiciera bailar al público al pedirle a sus músicos que le "pusieran un poco más de ritmo al tema", quienes acataron la iniciativa dando un toque de salsa a la canción que hizo bailar a todos los allí presentes.
Posteriormente, el cantautor se puso frente a un piano eléctrico y tocó y cantó "Quiero" y uno de sus temas antiguos "Dime que no", con todo el público con los brazos en alto, mientras los fogonazos de cámaras fotográficas y celulares adornaban el recinto como una fiesta de Navidad.
Pero donde sus admiradoras llegaron casi al éxtasis fue con la canción "Como duele", para seguir con "Cuándo" y "Te conozco", uno de sus más emblemáticos temas del cantautor guatemalteco.
También sacó muchos aplausos "Ni tú ni yo", una ranchera que grabó Arjona, música que en Chile gusta mucho, especialmente en las zonas rurales.
Después vino una batería de sus canciones antiguas como "Señora de las cuatro décadas" -para lo cual hizo subir a una dama al escenario-, "Si el norte fuera el sur", "El Problema", "Minutos", "Sin daños a terceros" y "Pingüinos en la cama".
Después de varios bis, Arjona terminó su presentación con "Mujeres", una ecuación perfecta para una noche en que el poder femenino se había adueñado del lugar, sin dudas. Santiago de Chile
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