El escritor regiomontano adelantó los planes que hay para llevar al cine por lo menos cuatro de sus novelas y criticó al Gobierno Federal por la poca promoción a las letras mexicanas más allá de nuestras fronteras.
El escritor que anhela la tranquilidad y belleza del Monterrey antiguo, que se guarda los sonidos del viento que corre por Icamole para llevárselos en sus viajes ha conseguido en rincones más lejanos lo que su ciudad natal aún le debe.
La obra de David Toscana (Monterrey, 1961) es mejor recibida en Brasil que en México, asegura el propio autor. Por ahora en ese país se monta una obra de teatro y se planea llevar al cine su novela Santa María del Circo (Casa da Palabra, 1998).
De visita en la ciudad para impartir un taller de novela en el marco del Festival Alfonsino, Toscana adelanta que hay diferentes proyectos para llevar al cine, en total, cuatro de sus novelas, aunque el escritor regiomontano prefiere llevárselo con calma pues sabe que en el mundo del cine, todo depende del dinero.
“Por alguna extraña razón mis libros fueron mejor recibidos en Brasil que en México, y ahí hay varios proyectos para hacer teatro y cine. Con el cine nunca se sabe, porque se firman los contratos, empiezas a hacer guiones, planes y al final, si no se recaudaron los fondos, no se lleva a cabo. Por lo pronto tengo firmado un contrato, pero eso no dice que se vaya a filmar la película”, afirmó en entrevista con MILENIO Diario de Monterrey.
Aunque también asegura que México hay interés de llevar a algunas de sus novelas a la pantalla grande, el literato prefiere tomárselo con calma. Por ahora, el único contrato firmado es el brasileño.
Meses antes, Toscana se había convertido en uno de los pocos escritores regiomontanos que acudieron en calidad de ponentes al Salón del Libro de París, que este año fue dedicado a México.
La experiencia fue buena, asegura el autor de Ejército Iluminado o El último lector, pues asegura que esta fue una gran oportunidad para que las obras de distintos autores mexicanos fueran traducidas al francés. No obstante, la experiencia también sirvió para corroborar la pobre promoción cultural que hace México al extranjero.
“Tenemos un Gobierno que no promueve nada la cultura, todavía cuando estaba el PRI México exportaba mucha cultura, mucha imaginación, más turismo que no era necesariamente el de las playas”, mencionó el autor.
Que Toscana esté en la ciudad es una situación que debe aprovecharse, pues el autor es un constante viajero que lo mismo puede pasar temporadas en Grecia, Europa Oriental o Brasil. Para él lo importante es prolongar lo más que se puedan los viajes pues al ser escritor “te da la facilidad de inmediatamente entrar en contacto con gente que pronto llamarás amigos”.
Culminada, próxima novela
La nueva entrega de Toscana sin duda tendrá como punto de base Monterrey. Esta novela, asegura, es producto de sus viajes por la Europa oriental y se ubicará en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, aunque sus personajes serán regiomontanos.
En esta historia, los protagonistas viven en Monterrey pero por medio de la imaginación logran viajar a la vieja Prusia.
“La forma en la que fui enriqueciendo todo este mundo imaginario tienen que ver mucho con mi estancia en estos países”, explicó
Sin embargo, en los viajes que realiza un escritor no todo sale a la perfección, según Toscana.
“Traté de llegar hasta el mero lugar donde está situada mi novela, que ahora está en Rusia, pero me despacharon en la frontera y no me dejaron entrar, así que tuve que imaginar igual que mis personajes ese sitio”.Sólo buenos recuerdos
Lejos y casi irrecuperable aparece el Monterrey apacible y “de cierto encanto” en la memoria de David Toscana. Para el escritor visitar la capital de Nuevo León en pleno siglo XXI es encontrarse con ruido, contaminación visual y una falta de respeto a la arquitectura antigua, por lo que lamentó que esta situación esté sucediendo en una ciudad como la nuestra.
“Casi siempre que hablo de Monterrey o de sus alrededores lo hago con un aire de pasado, de lo que viví en mi infancia. El Monterrey contemporáneo no me gusta, es ruidoso, visualmente es horrendo, ya tiene un tamaño que no me agrada”, aseguró el escritor.
Además, agregó que la falta de conservación a las construcciones antiguas terminará por volver más fea a la ciudad.
Por otra parte, comentó que no buscará inmiscuirse en los temas contemporáneos de Nuevo león pues si lo hace “terminaría con novelas que se escriben ahora en Colombia sobre el narcotráfico”.
Milenio.- Gustavo Mendoza Lemus. Monterrey, NL (Milenio)
miércoles, 27 de mayo de 2009
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