La lista de exigencias de la artista, que tenía previsto visitar con su hija lugares emblemáticos de la ciudad, entre ellos el teatro Bolshói, es de lo más disco
La cantante estadounidense Whitney Houston comienza mañana en Moscú su primera gira mundial tras seis años de silencio y con un público expectante por confirmar que sus problemas con las drogas efectivamente no han acabado con su carrera ni han hecho mella en su voz y talento.
Houston llegó el domingo a la capital rusa acompañada de su hija Christina, de 15 años, fruto de su matrimonio con el también cantante Bobby Brown, de quien se separó tras 14 años de una relación que la desgastó emocionalmente y la abocó a las drogas, según confesó la propia artista.
A pesar del precio de las entradas, que oscilan entre los 2 mil 200 y los 32 mil rublos (entre los 74 y mil 100 dólares), prácticamente no quedan localidades.
Según el diario "Komsomólskaya Pravda", el interés que ha despertado este concierto entre el público ruso no se debe tan solo al talento de la cantante, sino al morbo de ver a una renovada Whitney Houston sobre el escenario.
La lista de exigencias de la artista, que tenía previsto visitar con su hija lugares emblemáticos de la ciudad, entre ellos el teatro Bolshói, es de lo más discreta, según el rotativo, aunque es cierto que no falta ni vino ni marisco.
Houston, de 46 años, no quiere ver flores en su habitación -no se sabe si por una alergia al polen o porque ya no las puede ni ver, agrega el rotativo- y pidió que el aire acondicionado sea sustituido por ventiladores.
En la habitación del hotel en el que se aloja, el Ritz Carlton, a dos pasos de la Plaza Roja y el Kremlin, únicamente ha pedido muebles de piel, dos espejos de cuerpo entero y dos teteras eléctricas, además de vino y cerveza.
Para comer, la cantante, que sigue una dieta elaborada por el Instituto de Belleza de California y basada en un menú dietético diferente cada día, ha pedido marisco, carne de pollo y de ternera.
Houston presentará mañana en el pabellón Olimpíyski de Moscú su último trabajo, "I look to you", y tres días más tarde lo hará en el Palacio de Hielo de San Petersburgo.
De hecho, estos dos conciertos son una "prueba de fuerza" y un "calentamiento" para su gira mundial, la primera después de once años, que empieza oficialmente el próximo febrero en Japón, indica el diario "Kommersant" en su suplemento cultural "Weekend".
Agrega la publicación que "no hay ni un solo crítico que no se haya percatado del cambio de voz de la cantante".
Su voz es ahora "más grave y ligeramente ronca" tanto cuando canta como al hablar, cuando para su público "lo más importante es precisamente su característico timbre".
Queda por ver, pues, si la nueva Whitney Houston impresionará al público moscovita con las canciones de su último disco y temas clásicos como "I will always love you", de la misma manera que lo hacía cuando su voz era otra. Moscú, Rusia
La cantante estadounidense Whitney Houston comienza mañana en Moscú su primera gira mundial tras seis años de silencio y con un público expectante por confirmar que sus problemas con las drogas efectivamente no han acabado con su carrera ni han hecho mella en su voz y talento.
Houston llegó el domingo a la capital rusa acompañada de su hija Christina, de 15 años, fruto de su matrimonio con el también cantante Bobby Brown, de quien se separó tras 14 años de una relación que la desgastó emocionalmente y la abocó a las drogas, según confesó la propia artista.
A pesar del precio de las entradas, que oscilan entre los 2 mil 200 y los 32 mil rublos (entre los 74 y mil 100 dólares), prácticamente no quedan localidades.
Según el diario "Komsomólskaya Pravda", el interés que ha despertado este concierto entre el público ruso no se debe tan solo al talento de la cantante, sino al morbo de ver a una renovada Whitney Houston sobre el escenario.
La lista de exigencias de la artista, que tenía previsto visitar con su hija lugares emblemáticos de la ciudad, entre ellos el teatro Bolshói, es de lo más discreta, según el rotativo, aunque es cierto que no falta ni vino ni marisco.
Houston, de 46 años, no quiere ver flores en su habitación -no se sabe si por una alergia al polen o porque ya no las puede ni ver, agrega el rotativo- y pidió que el aire acondicionado sea sustituido por ventiladores.
En la habitación del hotel en el que se aloja, el Ritz Carlton, a dos pasos de la Plaza Roja y el Kremlin, únicamente ha pedido muebles de piel, dos espejos de cuerpo entero y dos teteras eléctricas, además de vino y cerveza.
Para comer, la cantante, que sigue una dieta elaborada por el Instituto de Belleza de California y basada en un menú dietético diferente cada día, ha pedido marisco, carne de pollo y de ternera.
Houston presentará mañana en el pabellón Olimpíyski de Moscú su último trabajo, "I look to you", y tres días más tarde lo hará en el Palacio de Hielo de San Petersburgo.
De hecho, estos dos conciertos son una "prueba de fuerza" y un "calentamiento" para su gira mundial, la primera después de once años, que empieza oficialmente el próximo febrero en Japón, indica el diario "Kommersant" en su suplemento cultural "Weekend".
Agrega la publicación que "no hay ni un solo crítico que no se haya percatado del cambio de voz de la cantante".
Su voz es ahora "más grave y ligeramente ronca" tanto cuando canta como al hablar, cuando para su público "lo más importante es precisamente su característico timbre".
Queda por ver, pues, si la nueva Whitney Houston impresionará al público moscovita con las canciones de su último disco y temas clásicos como "I will always love you", de la misma manera que lo hacía cuando su voz era otra. Moscú, Rusia
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