La soprano británica fue ovacionada tras presentar su espectáculo Live in concert
Si el aplauso es reconocido como el alimento y el reconocimiento para cualquier artista, la soprano Sarah Brightman recibió una cálida bienvenida y una ovación por más de dos minutos que la hicieron regresar al escenario en su primera y única presentación que ofreció en el Auditorio Nacional.
La artista británica considerada una de las mejores voces en el ámbito trajo a México su espectáculo Live in concert, que la llevará también a otros destinos del país, además de otros sitios de América Latina, para cerrar en Chichén-Itzá, el próximo 31 de octubre.
Ante las 10 mil personas que llenaron el Auditorio Nacional, la víspera, bastó sólo su presencia y su calidad vocal para demostrar en el escenario por qué ha recibido alrededor de 170 Discos de Oro y de Platinos en 34 países.
Sin las grandes escenografía que la trajeron por primera vez a México en giras anteriores como Harem y Symphony, ésta última que ofreció el año pasado en el Palacio de los Deportes, la presencia de la soprano trajo esta vez al Auditorio una velada dividida en dos actos, como si se tratara de un musical o una obra de teatro.
"Estoy contenta de estar con ustedes aquí en la Ciudad de México. Esta presentación será un recorrido por varios éxitos, espero traerles felicidad", expresó Brightman en español, para dar paso a los temas de la noche.
Symphony, It`s a beautiful day, What a wonderful world, Dust in the wind y Who wants to live forever, fueron las primeras piezas que ofreció la soprano acompañada por una orquesta de más de 20 músicos, junto con quienes arrancó los primeros gritos y aplausos del público, al salir al escenario con un vestido rojo.
La cantante, quien para su primera parte del show se cambió cuatro veces más de vestuario, siguió su recorrido musical con Hijo de la Luna, La Luna, Nella fantasía, El área de la ópera Tunardot, Nessun dorma, así como Canto della terra y Sara Qui, éstas dos últimas acompañada de Erkan.
Luego de un breve receso, Brightman, quien se ha establecido a sí misma como la soprano de mayores ventas, con más de 26 millones de álbumes y más de dos millones en DVD`s, compartió otros temas como Harem, Stranger in paradise y Doesn`t see me.
Para esta segunda parte también contó con tres nuevos cambios de vestuario, y acompañada del tenor Fernando Lima recreó las canciones Pasión, que fue también tema de la telenovela del mismo nombre, así como Ave María.
Considerada como la única artista en el mundo en ocupar el primer lugar en el Billboard Dance y el Classical Chart, cerró su presentación con Time to say goodbye, sin embargo más de dos minutos de aplausos y 10 mil personas de pie la trajeron de nuevo al escenario para concluir su presentación con Deliver me y Question of Honor. México, D.F.
La artista británica considerada una de las mejores voces en el ámbito trajo a México su espectáculo Live in concert, que la llevará también a otros destinos del país, además de otros sitios de América Latina, para cerrar en Chichén-Itzá, el próximo 31 de octubre.
Ante las 10 mil personas que llenaron el Auditorio Nacional, la víspera, bastó sólo su presencia y su calidad vocal para demostrar en el escenario por qué ha recibido alrededor de 170 Discos de Oro y de Platinos en 34 países.
Sin las grandes escenografía que la trajeron por primera vez a México en giras anteriores como Harem y Symphony, ésta última que ofreció el año pasado en el Palacio de los Deportes, la presencia de la soprano trajo esta vez al Auditorio una velada dividida en dos actos, como si se tratara de un musical o una obra de teatro.
"Estoy contenta de estar con ustedes aquí en la Ciudad de México. Esta presentación será un recorrido por varios éxitos, espero traerles felicidad", expresó Brightman en español, para dar paso a los temas de la noche.
Symphony, It`s a beautiful day, What a wonderful world, Dust in the wind y Who wants to live forever, fueron las primeras piezas que ofreció la soprano acompañada por una orquesta de más de 20 músicos, junto con quienes arrancó los primeros gritos y aplausos del público, al salir al escenario con un vestido rojo.
La cantante, quien para su primera parte del show se cambió cuatro veces más de vestuario, siguió su recorrido musical con Hijo de la Luna, La Luna, Nella fantasía, El área de la ópera Tunardot, Nessun dorma, así como Canto della terra y Sara Qui, éstas dos últimas acompañada de Erkan.
Luego de un breve receso, Brightman, quien se ha establecido a sí misma como la soprano de mayores ventas, con más de 26 millones de álbumes y más de dos millones en DVD`s, compartió otros temas como Harem, Stranger in paradise y Doesn`t see me.
Para esta segunda parte también contó con tres nuevos cambios de vestuario, y acompañada del tenor Fernando Lima recreó las canciones Pasión, que fue también tema de la telenovela del mismo nombre, así como Ave María.
Considerada como la única artista en el mundo en ocupar el primer lugar en el Billboard Dance y el Classical Chart, cerró su presentación con Time to say goodbye, sin embargo más de dos minutos de aplausos y 10 mil personas de pie la trajeron de nuevo al escenario para concluir su presentación con Deliver me y Question of Honor. México, D.F.
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