El cantautor español convocó anoche a un promedio de quince mil personas que no le dejaron solo en el estadio 3 de Marzo, donde hizo escala con su gira mundial, presentando lo mejor de su historia musical.
Se lo propuso y lo hizo de nuevo en Guadalajara. Lejos quedaron esos años en los que el madrileño Alejandro Sanz visitaba esta ciudad cantando su primer éxito “Pisando Fuerte”. Anoche compartió lo mejor de su carrera y en particular su Paraíso Express, el disco que actualmente promueve en diferentes partes del mundo a través de una gira. Sus fanáticos tapatíos, alrededor de quince mil personas que se dieron cita en el estadio 3 de Marzo, le respondieron con el entusiasmo que suele generar y algo más, pues surgió una atmósfera que hacía sentir que la noche, era la primera entre el ídolo pop y su gente.
El madrileño comenzó su recital con la canción “Mi Peter Punk”, pero de inmediato agregó canciones del primer disco como fue el caso de “Viviendo de Prisa” y “Lo que fui es lo que soy”. Esos temas se convertirían en la principal sorpresa de la noche. A principios de los noventa fueron exitosos sencillos, pero con el curso de los años y los discos publicados, comenzó a descartarlas. Hacía mucho que no las incluía en su repertorio. No faltó quien creyera, entre los espectadores más jóvenes –menores de 20 años de edad-, que se trataba de nuevos temas.
El público se mostró atento y complacido de verle de nuevo. Sanz, cuyo concierto fue inaugurado por el italoespañol Marco Di Mauro, cautivó a su público; tomó las riendas de la noche y los cerca de quince mil aficionados se entregaron al artista. Condujo la noche a su ritmo, a su manera y con la guitarra acústica en sus hombros.
Alejandro Sánchez Pizarro, su verdadero nombre, se adueñó del escenario y también ofreció temas de reciente composición como “Desde cuando” y “Sin que se note”, incluidos en su actual disco, aunque representaron cierto riesgo pues no son precisamente favoritos de la multitud. Después alternó éxitos de los álbumes Más y El Alma al Aire. Los fanáticos, entre los que abundaban los mayores de 25 años de edad, le respondieron con muchos coros, gritos y miradas con evidente cariño.
Temas como “Mi soledad y yo”, tuvieron especial acogida, aunque sin duda el más celebrado fue “No es lo mismo”, “Looking for paradise”, no se quedó atrás, también generó locura. Eso no fue todo, otras melodías como “Y si fuera ella”, hicieron vibrar a muchas personas.
Marco Di Mauro abrió la gran noche de su colega. Dueño del piano, entregó “Lo ves”; para entonces, el final era prácticamente inevitable, fue entonces cuando puso fin y se despidió con “¿Y si fuera ella?”.
“Esta noche es muy linda para cantarle a todos vosotros, espero complacerte Guadalajara”, dijo al comenzar, cuando el final era evidente, también era notorio que logró su meta: conquistar.
Guadalajara, Jal.
Se lo propuso y lo hizo de nuevo en Guadalajara. Lejos quedaron esos años en los que el madrileño Alejandro Sanz visitaba esta ciudad cantando su primer éxito “Pisando Fuerte”. Anoche compartió lo mejor de su carrera y en particular su Paraíso Express, el disco que actualmente promueve en diferentes partes del mundo a través de una gira. Sus fanáticos tapatíos, alrededor de quince mil personas que se dieron cita en el estadio 3 de Marzo, le respondieron con el entusiasmo que suele generar y algo más, pues surgió una atmósfera que hacía sentir que la noche, era la primera entre el ídolo pop y su gente.
El madrileño comenzó su recital con la canción “Mi Peter Punk”, pero de inmediato agregó canciones del primer disco como fue el caso de “Viviendo de Prisa” y “Lo que fui es lo que soy”. Esos temas se convertirían en la principal sorpresa de la noche. A principios de los noventa fueron exitosos sencillos, pero con el curso de los años y los discos publicados, comenzó a descartarlas. Hacía mucho que no las incluía en su repertorio. No faltó quien creyera, entre los espectadores más jóvenes –menores de 20 años de edad-, que se trataba de nuevos temas.
El público se mostró atento y complacido de verle de nuevo. Sanz, cuyo concierto fue inaugurado por el italoespañol Marco Di Mauro, cautivó a su público; tomó las riendas de la noche y los cerca de quince mil aficionados se entregaron al artista. Condujo la noche a su ritmo, a su manera y con la guitarra acústica en sus hombros.
Alejandro Sánchez Pizarro, su verdadero nombre, se adueñó del escenario y también ofreció temas de reciente composición como “Desde cuando” y “Sin que se note”, incluidos en su actual disco, aunque representaron cierto riesgo pues no son precisamente favoritos de la multitud. Después alternó éxitos de los álbumes Más y El Alma al Aire. Los fanáticos, entre los que abundaban los mayores de 25 años de edad, le respondieron con muchos coros, gritos y miradas con evidente cariño.
Temas como “Mi soledad y yo”, tuvieron especial acogida, aunque sin duda el más celebrado fue “No es lo mismo”, “Looking for paradise”, no se quedó atrás, también generó locura. Eso no fue todo, otras melodías como “Y si fuera ella”, hicieron vibrar a muchas personas.
Marco Di Mauro abrió la gran noche de su colega. Dueño del piano, entregó “Lo ves”; para entonces, el final era prácticamente inevitable, fue entonces cuando puso fin y se despidió con “¿Y si fuera ella?”.
“Esta noche es muy linda para cantarle a todos vosotros, espero complacerte Guadalajara”, dijo al comenzar, cuando el final era evidente, también era notorio que logró su meta: conquistar.
Guadalajara, Jal.
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