El actor criticó la falta de preparación que existe en las figuras de cine y TV.
En algún tiempo, en épocas no muy lejanas, los artistas de cine y de televisión se reunían y se entendían con el gremio cultural. Aunque parezca utopía, los actores y directores de cine y televisión se entendían con pintores, poetas y escultores. De todo eso ha pasado ya mucho tiempo, y casi no queda nada, comenta nostálgico el actor y director Carlos Baena.
El reconocido teatrista y director ahora incursiona en una nueva faceta: como escritor, y dará a conocer algunos de sus poemas en una velada bohemia que se realizará a partir de mañana todos los miércoles de junio en el Café Nuevo Brasil, en punto de las 20:30.
Con muchas ganas de charlar, el maestro Carlos Baena habló un poco de sus poemas, los cuales hablan desde “el amor hasta de temas políticos que tienen bien fregado a este país”. Baena, que fuera director del espectáculo histórico y de luces que se ofrecía en el Obispado en la década de los setenta, cuestionó que en la actualidad los mensajes culturales estén alejados del cine y la televisión, una relación que no estaba peleada en sus tiempos de actor.
“En aquella época, era fácil que cualquiera te dijera el nombre de cinco pintores o actores importantes y famosos en México. Ahora, que somos cien millones de mexicanos no encuentras ninguno, ¡no hay nada!”, declaró en entrevista a los medios de comunicación.
Baena cuenta entre su trayectoria películas como Adán y Eva, Los salvajes, Mujeres de fuego, entre otras. Su paso por el cine coincidió con la última etapa de la llamada Época de Oro del Cine Mexicano. El director recuerda que en ese tiempo era común que las actrices y actores de la televisión se reunieran con pintores como Diego Rivera o José Luis Cuevas, con escritores como Octavio Paz o fotógrafos como Gabriel Figueroa. Hoy, esa relación se ha perdido.
“Ahora no hay nada, la televisión ha venido a hacer ese mundo más decadente”, criticó el actor teatral.
No obstante, señala con gusto que la juventud siga emocionándose con películas de Joaquín Pardavé o de El Santo. En gran medida, señala Carlos Baena, se debe a que ésas películas sí contaban con argumentos e historias de peso, no como pasa ahora.
“En ese tiempo el ambiente era tan competido que se les pagaba muy bien a los guionistas y a los escritores. Actualmente no hay buenos libretistas, lo que hay es una falta terrible de intelectualidad”, opinó el maestro. Monterrey, NL. Gustavo Mendoza (Milenio)
martes, 9 de junio de 2009
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