Ben-Ner trabaja sobre la "magia de la ficción" y muestra lo grabado, sin temor a que el espectador se dé cuenta de cada uno de sus trucos.
Con seis videos inspirados en guiones, novelas y cuentos populares, en donde el artista israelí Guy Ben-Ner y su familia actúan como protagonistas, fue inaugurada la muestra "Doblar a lo largo de la línea/Fold along the line", cuya curadora es Ruth Estévez.
La muestra, que concluirá el 30 de agosto, se exhibe en el Museo de Arte Carrillo Gil (MACG) y presenta el filme "House", basado en la película de Robert Bresson: "A man escaped", la cual narra la aventura doméstica de Guy Ben-Ner de escapar de la cuna de su hijo, conceptualizada como una jaula familiar.
Ben-Ner trabaja sobre la "magia de la ficción" y muestra lo grabado, sin temor a que el espectador se dé cuenta de cada uno de sus trucos.
Durante varios años, el escenario de las obras fue su pequeño departamento familiar, modificado rústicamente para los rodajes, siempre bajo una estética low tech (baja tecnología).
En "Wild boy" cambia el escenario provenzal de la película de Francois Truffaut: "El niño salvaje", para investigar sobre las convenciones de la moral en la educación de su vástago menor.
Luego, en "Berkeley"s Island" se convierte en el Crusoe de Defoe, para narrar una particular historia de naufragio dentro de su casa.
"Tree House Kit", probablemente uno de los videos más característicos del artista, aparece en ese recinto museístico como instalación principal, en la que un árbol de madera de cuatro metros atraviesa el espacio, convirtiendo al MACG en un escenario de naturaleza artificial.
En este video que acompaña la escultura, Ben-Ner se convierte en un náufrago obsesionado con el bricolaje, perdido en una isla misteriosa (cuatro paredes y una alfombra con flores artificiales y transforma el árbol que hay en escena en un sin fin de muebles y objetos domésticos).
También presenta la filmación "2nd Nature", en el que cambia el escenario familiar y la genealogía de los habitáculos artificiales por un espacio natural donde narra una fábula popular: la historia del cuervo y la zorra concebida como un spot televisivo.
Aparecen en escena los dos entrenadores de animales designados para animar la acción, dirigidos por él mismo, que entablan un diálogo absurdo basado en la pieza de Samuel Beckett: "Esperando a Godot" (1953).
En su última producción, muestra la epopeya del artista y un compañero de viaje a través de diversas formas de transporte; a cada instante sucede un aparatoso accidente, sin que esto sea motivo de sorpresa para los viajeros.
La conversación continúa a pesar del desastre, como si éste les fuera ajeno. La escena se complica todavía más cuando el espectador intuye que los personajes tienen múltiples personalidades y que varían la génesis del discurso dependiendo del carácter adoptado.
Este viaje antiépico cuestiona la verosimilitud de los hechos y parece querernos decir que todos somos otros en los ojos de alguien más.
Guy combina escenarios reales con situaciones cómicas, donde el absurdo se convierte en la única manera de reflexionar sobre una situación desesperada.
La figura disparatada e impávida a la vez nos hace pensar en él como un Buster Keaton moderno, en alusión al famoso director estadounidense de cine mudo cómico.
Notimex. México, D.F. (Milenio)
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