lunes, 8 de junio de 2009

Apegó su escritura Miguel Angel Asturias a las tradiciones indígenas

Desde muy joven incursionó en las actividades políticas y antidictatoriales de su país, que lo llevaron a representar a estudiantes universitarios en México.

La obra del Premio Nobel de Literatura y Premio Lenin de la Paz, Miguel Angel Asturias, fallecido el 9 de junio de 1974, se caracterizó por un alto contenido antiimperialista y apegado al mundo indígena.
Nacido el 19 de octubre de 1899, en Guatemala, Asturias inició sus estudios primarios en Salamá, Baja Verapaz, los cuales terminó en la capital del país, donde también cursó su bachillerato y la licenciatura de Derecho, de la que se graduó con la tesis "El problema social del indio".
Desde muy joven incursionó en las actividades políticas y antidictatoriales de su país, que lo llevaron a representar a estudiantes universitarios en México.
También estudió Antropología en la Universidad de la Sorbona de París, donde recibió la influencia del poeta surrealista francés André Bretón. Fue embajador de su país en Francia y en México. En su obra, al igual que en la del escritor cubano Alejo Carpentier, el mito se hace presente, aunque Asturias organizó sus novelas en torno a los mitos precolombinos.
Su primera obra, "Leyendas de Guatemala" (1930), es una colección de cuentos y tradiciones mayas.
La novela que le dio fama internacional fue "El señor presidente" (1946), en la que trazó el retrato de un dictador de una manera caricaturesca y esperpéntica, pero siguiendo una estructura regida por la lucha entre las fuerzas de la luz (el bien: el pueblo) y las fuerzas de las tinieblas (el mal: el dictador), según los mitos latinoamericanos.
Asimismo es un libro de protesta militante: la descripción de un régimen dictatorial en términos de terror, maldad y muerte. En las cuatro cadenas de episodios que integran la trama predominan el miedo y la crueldad.
Este tema mítico volvió a aparecer en "Hombres de maíz" (1949), aunque ahora la luz está representada por los indígenas y las tinieblas por los hombres de maíz, los colonizadores que llegan a explotar las tierras de los campesinos en beneficio propio.
De acuerdo con la crítica, en esta obra, Asturias logró hermanar de manera armoniosa lo mítico-maravilloso con la dura realidad de la vida indígena.
En los años siguientes escribió novelas y relatos, entre los que destacó la trilogía formada por "Viento fuerte" (1950), "El papa verde" (1954) y "Los ojos de los enterrados" (1960). Otras novelas suyas son "Mulata de tal" (1963), "Malandrón" (1969) y "Viernes de Dolores" (1972).
Su producción teatral es poco conocida y trata más o menos los mismos temas, como lo muestran sus piezas "Chantaje" o "Dique seco", ambas de 1964. En 1966 obtuvo el Premio Lenin de la Paz, y acudió a Moscú a recibirlo.
El 19 de octubre de 1967 se le otorgó el Premio Nobel de Literatura, por sus coloridos escritos profundamente arraigados en la individualidad nacional y en las tradiciones indígenas de América.
Su novela "Viento fuerte" fue citada en el discurso de entrega del galardón. Como parte de su trayectoria literaria, política y diplomática, en 1942 fue elegido diputado en su país y también fue embajador en Argentina y El Salvador, hasta que en 1954 se exilió de Guatemala.
La muerte le sobrevino a Miguel Angel Asturias, tras una severa enfermedad, el 9 de junio de 1974, cuando se encontraba en Madrid, España.
Notimex. México, D.F. (Milenio)

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